Me dan miedo las primeras veces y tiemblo solo de pensar en lo que pueda suceder. Soy una adolescente que solo tiene 17 años en un mundo donde los problemas se solucionan con drogas, alcohol o la muerte. Yo… yo solo cierro mis ojos y, en ese momento de oscuridad y desesperación, me permito ver una chispa de luz interna, recordándome la fortaleza que llevo dentro.
Enfrento una batalla de ideas y decisiones. La oscuridad aparece, acompañada de un sonido aterrador, y siento mi cuerpo temblar. Pero en ese instante de miedo, recuerdo que cada desafío es una oportunidad para crecer. Trato de relajarme y hago un intento de abrir los ojos, lo cual funciona. Me encuentro en un barranco donde todo mi alrededor es oscuridad, sequía, muerte, y descontrol mental. Sin embargo, al inclinar mi cabeza hacia abajo, a una distancia increíble, puedo ver paz, armonía, respuestas, y sobre todo, solución.
Ahora estoy en aprietos, siento miedo, eso es nuevo. Estoy tan alto que seguramente si salto, me desplomaré al llegar al suelo. A pesar del temblor y el pánico que se apodera de mí, seguido de un ataque de ansiedad, una luz verde aparece entre los colores brillantes en el fondo del barranco. Esta luz es distinta; el llamado de esta luz es tan fuerte que hace estremecer mi cuerpo. Tomo un minuto de silencio, mi vista fija en aquel magnífico destello, y pienso: “Elijo mi futuro, elijo mi libertad, elijo superar. ¿Qué más podría perder? Si ya no tenía nada… Tenía miedo, pero algo me daba esperanza.”
No lo pensé más y, con unos pequeños pasos, caí a una gran velocidad. Podía asegurar que mi cuerpo se iba a desplomar, pero un cosquilleo en el estómago y, a centímetros antes de caer al suelo, solo floté como si tuviera alas. Al abrir mis ojos, todo era completamente diferente; había superado mis miedos y ahora tenía sueños, metas, y fantasías por cumplir. Ya nada me iba a frenar, ya que solo la mente le pone límites al cuerpo. Podía ser feliz y no tendría miedo nunca más.
En fin, la mente influye en los límites físicos del cuerpo, ya sea limitándolos o superándolos. Cultivar una mentalidad positiva, desarrollar la autoconfianza y trabajar en la gestión emocional pueden ayudar a maximizar el potencial del cuerpo y superar los desafíos físicos con éxito.
Superar los miedos puede ser un proceso desafiante, pero existen diversas estrategias y técnicas que pueden ayudarte a enfrentar tus temores y reducir su impacto en tu vida.
Recuerda que superar los miedos gradualmente y cada pequeño paso que das en la dirección correcta te acercará más a la superación de tus temores. Sé amable contigo mismo, sé paciente y confía en tu capacidad para afrontar y superar tus miedos.
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