Por: Yuly An D´Qva.
En nuestra línea de vida lo más importante es el presente. Hemos dejado atrás un año y se impone enfrentar el que viene, porque en lo adelante está el camino al éxito.
Una vez me preguntaron: ¿Cómo quieres que sea tu futuro?-Mi respuesta fue: “No sé, pero de lo que sí estoy seguro es lo que yo NO quiero que me ocurra”-
La respuesta asombró a mi interlocutor. Le expliqué que uno puede decir lo que nos gusta o no del presente o qué gustó o no del pasado, pero es algo muy difícil pronosticar el futuro. La causa puede estar en que desde niño padres y maestros nos enseñan montones de conocimientos, pero muy pocas veces a confiar en nosotros mismos.
En ocasiones, si el deseo que expresamos es bien alto, corremos el riesgo de ser tildado de prepotentes. De ahí que nazcan los consejos: “-Lo que debes hacer es trabajar duro, sacrificarte y esperar por el destino que Dios tiene contigo”.
Incluso habrá quienes consideren que soñar despierto es una pérdida de tiempo. ¡Qué pena!, Realmente para lograr una meta hay que SOÑAR con lo que uno quiere, ponerle plazo y conocer nuestras potencialidades y luego trabajar para conseguirlo.
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Si deseamos que nuestro futuro brille, debemos comenzar por creérnoslo. Ah, para eso hay que abandonar lo que se conoce como zona de confort, es decir, salir del ambiente en que vivimos y dominamos.
Zona de confort son nuestras rutinas diarias: discutir con el jefe de Departamento, hacer una cola en el mercado, discrepar con nuestra pareja… Pero también forman parte nuestros conocimientos, habilidades, hábitos, aptitudes. El gran misterio es que alrededor de esta zona de confort está la otra: la zona de APRENDIZAJE.
Es ahí donde salimos para ampliar nuestra visión del mundo. Es decir, cuando aprendemos algo nuevo: puede ser un idioma, viajar a otros lugares para aumentar los conocimientos, hacer un novedoso negocio, adquirir nuevas sensaciones, enriquecer nuestros puntos de vista, modificar hábitos, conocer otras culturas o adaptarnos a la idiosincrasia y vida de un nuevo país.
En la zona de aprendizaje observar, valorar, experimentar y comparar debe convertirse en una pasión. En cambio, a otras personas esto les asusta, por lo que deciden pasar la vida en lo que siempre han hecho, porque salir de ahí lo ven como un peligro.
Los que actúen de esta última forma, jamás verán la belleza de una puesta de sol. Los otros, los que no temen a las nuevas experiencias y emprenden nuevos negocios, la bendición de Dios la tendrán sobre sus hombros y demostrarán que los SUEÑOS se defienden SOÑANDO.
Con esta filosofía de la vida, te invito a comenzar este 2024.
