Autor: EL Cope de CUBA.
Desde la selva africana con sus aires naturales alejados de contaminación hasta las calurosas o frías estepas, desde las grandes ciudades lideradas por rascacielos, asfalto y modernidad hasta los calurosos y secos desiertos… todos saben que existe un deportista que es tendencia mundial hace varios años.
En cada rincón de la Tierra se habla de él. Unos lo halagan, otros lo critican, algunos lo bendicen y aquellos lo miran con recelo. La gran verdad es que Lionel Messi no pasa inadvertido; inclusive, muchos emiten criterios sin quizás saber o conocer a profundidad su historial o algunas de sus cualidades familiares o personales.
No son pocos los que han construido todoun mito alrededor de los innegables logros del jugador argentino nacido en Rosario el 24 de junio de 1987. Son millones los que han caído rendidos e impresionados ante las habilidades únicas de este fenómeno deportivo.
La sola mención de su nombre nos lleva a un atleta que, partido a partido, jugada a jugada y gol a gol, se ha transformado en un referente cultural global, es todo un sinónimo de ingenio en el mundo futbolístico, inspirador de no pocos que sueñan en convertirse en estrella del deporte.
La carrera atlética de Messi está llena de éxitos extraordinarios, incluyendo el título mundial con la selección argentina en Catar 2022; así como numerosos campeonatos en La Liga, la Champions League, The Best… los más altos galardones a los que puede aspirar balompedista alguno.
Ganador de ocho Balones de Oro y seis botas de oro, ha establecido récords que desafían la comprensión. Es el máximo goleador sudamericano en los anales del futbol en partidos oficiales, con 805, y es igualmente, el que más goles ha anotado con un mismo club, con 672, como parte del FC Barcelona.
Desde su debut en el Barça, en 2004, y su posterior traslado al Paris Saint-Germain FC, hasta aterrizar en el Inter Miami; así como su desempeño con el equipo albiceleste, Messi ha tejido una leyenda que lo hace fulgurar como una de las mejores estrellas deportivas de todos los tiempos.
Nadie pone en tela de juicio que uno de sus pasos genera expectativas y especulaciones en el mundo del fútbol. Los especialistas catalogan su juego como excepcional, con una insuperable maestría casi poética del balón y una habilidad incuestionable para maniobrar durante la ofensiva.
Agilidad, inteligencia, precisión y velocidad son los elementos que maneja este gigante de las canchas para salir airoso en sus estrategias, con puntos y jugadas descritas como verdaderas obras de arte, resultado de una técnica personal muy bien depurada y una inigualable visión del servicio colectivo.
Punto aparte merece el fenómeno Messi en el ciberespacio, donde es altamente influyente. Sus patrocinios con marcas líderes y su presencia en redes sociales lo consolidan como un símbolo internacional.
Su labor filantrópica, especialmente con niños en situaciones de vulnerabilidad, demuestra su compromiso con causas que van más allá de las razones competitivas.
Cada día que pasa crea una nueva expectativa para los seguidores, estadistas, comentaristas, aficionados y estudiosos de este insigne futbolista. Es todo un hombre record: las cifras que acumula difícilmente otro jugador pueda reunirlas de manera sostenida y con tanto éxito.
Convertido en todo un líder en cada uno de los clubes adonde ha llegado ha sabido aclimatarse de forma positiva para construir una familia que disfruta el balompié dentro y fuera de la cancha; amén de la multiplicación de hinchas por doquier.
Es irrebatible que Lio es más que un conocido jugador de futbol. Su influencia rebasa esa disciplina deportiva tan universal. Su historia motiva, incita y guía a no pocos, incluso más allá de los conceptos deportivos.
No es solo un jugador de fútbol; es un suceso que ha redefinido el deporte. A medida que continúa su carrera, su legado crece, no solo como uno de los más consagrado jugadores de fútbol, sino como una figura que inspira y entusiasma a la superación individual de incontables personas.
Sería ideal volver a relacionar su nutrido palmarés; sin embargo, hay que dejar algo a la curiosidad o a los admiradores, esos que andan recopilando premios o detrás de cada paso que da este fenómeno deportivo.
Para bien o para menos bien, el mundo seguirá muy atento cuando de Lionel se trata. Lo mejor de todo es que siempre gane el más universal de los deportes y que los de esta generación podamos contarles a los que están por venir que no vimos jugar a un futbolista más; sino a Lionel Messi, un icono global.