El mundo se alista para desarrollar una nueva edición de las Olimpiadas. En esta oportunidad será París, la capital francesa, la urbe que acogerá este evento multideportivo internacional.
Está previsto que los Juegos de la XXXIII Olimpiada se desarrollen entre el 26 de julio y el 11 de agosto de 2024, en una celebración global que hará coincidir también tradición, innovación y esperanza para el futuro. Sin dudas, el suceso marcará el comienzo de una nueva era en la historia olímpica.
La capital francesa presentó oficialmente su candidatura el 23 de junio de 2015. El Comité Olímpico Internacional (COI) tenía planificado dar a conocer a la ciudad ganadora el 13 de septiembre de 2017 durante su 130.ª Sesión, a desarrollarse en Lima, Perú.
También se dieron a conocer las otras cuatro ciudades que habían presentado su candidatura ante el COI para ser sede de los Juegos Olímpicos de 2024: Budapest, Hamburgo, Los Ángeles y Roma. Hungría, Alemania, Estados Unidos e Italia, respectivamente, pretendían insertarse en el mapa olímpico del nuevo ciclo.
Sin embargo, poco a poco y por diversas razones, se fueron retirando esas aspiraciones y solo quedaron las representaciones de Francia y Estados Unidos. No obstante, Los Ángeles logró un acuerdo con el COI para celebrar los Juegos de 2028, y de esa manera dejar vía libre a que París albergara la cita en este 2024.
Con la cercanía de la hora en que se encienda el pebetero olímpico en la Ciudad de la Luz, crece igualmente la expectativa mundial y el simbolismo de volver a una villa que ha acogido estas citas en dos ocasiones anteriores. Junto a Londres, la ciudad francesa se convertirá en la segunda metrópoli en albergar tres veces las Olimpiadas.
Ya entre el 4 de mayo y el 27 de julio de 1924, como parte de la VIII Olimpiada, la sede acogió un total de 3089 atletas: 2956 hombres y 136 mujeres. Anteriormente, en el marco de la Exposición Universal de 1900, los Segundos Juegos Olímpicos de la era moderna anidaron allí del 14 de mayo al 28 de octubre.
El legado de París como sede olímpica es inmenso, no solo por el fervor deportivo que despierta o por constituir una de las principales ciudades del mundo, sino por su significativa historia cultural.
Desde el mismo otorgamiento de la sede en la capital gala se proyectó mejorar la experiencia de atletas y espectadores a través de la implementación de importantes innovaciones tecnológicas. Asimismo destaca la aplicación de medidas de sostenibilidad y responsabilidad ecológica, lo que subraya el compromiso con un legado verde y futurista.
La expectativa crece con la introducción de nuevos deportes y disciplinas que reflejan las tendencias actuales y la diversidad deportiva global; aunque ha habido polémica por particularidades como la exclusión del karate, el béisbol y el softbol, los que se exhibieron en los anteriores juegos olímpicos de Tokio 2020.
Después del Comité Olímpico Internacional analizar las sugerencias de los organizadores franceses, a finales de 2021 se conoció el listado oficial de disciplinas para el encuentro. Los galos optaron por una renovación del espectro deportivo al perseguir el objetivo de hacerlo más juvenil y contemporáneo, y añadieron el break dance como disciplina, y mantuvieron la escalada deportiva, el surf y el monopatinaje que debutaron en la cita japonesa.
Abrimos un paréntesis y damos a conocer la confirmación de que el Béisbol y el Softbol integrarán el programa deportivo de los Juegos Olímpicos Los Ángeles 2028. La noticia se conoció tras la sesión del COI en Mumbai, India, luego de una votación de todos sus miembros.
Desde el otorgamiento a París de los juegos de 2024, para recibir a atletas y visitantes nacionales y extranjeros, comenzaron a experimentarse avances en la infraestructura de la ciudad, desde mejoras en el transporte hasta alojamientos sostenibles.
Las sedes de competencia, algunas de nueva construcción, incluyen el histórico Stade de France, el Arena Porte de La Chapelle, el Grand Palais y la Plaza de la Concordia. El Estadio de la Torre Eiffel, el Centro acuático de París, el Arena Champ de Mars y el Estadio Roland-Garros son otras de las instalaciones más emblemáticas del cercano acontecimiento.
La variedad de Programas culturales y educativos que acompañan a los Juegos enfatizan el papel del deporte como puente entre las más diversas culturas de todo el mundo. Son múltiples las iniciativas que evidencian la intención de garantizar la inclusión, la diversidad y el acceso universal al deporte.
Un dato divergente, y que aún muestra la incidencia de un conflicto bélico por delante del deporte, es la expectativa de la participación de atletas rusos y bielorrusos. Al respecto, el COI recomendó la readmisión de esos atletas bajo bandera neutral; sin embargo, el Comité Olímpico Nacional de Ucrania se manifestó en contra de esta medida considerando la posibilidad de boicotear los juegos. Finalmente se acordó que esos deportistas no deben apoyar la invasión a Ucrania, ni portar bandera alguna de los dos países mencionados.
Cada atleta que participará en París 2024 lleva un nutrido puñado de sueños y expectativas. Será una oportunidad para el reencuentro de estrellas ya consolidadas y el nacimiento de nuevos talentos emergentes que ratifican la inmortalidad del movimiento deportivo.
En un momento en que el mundo busca unirse, limar asperezas y sanar desafíos globales la cita olímpica de este 2024 encierra un inmenso significado para el espíritu humano.
Solo resta poner de moda el fervor olímpico, seguir el conteo regresivo, estar atentos a los preparativos y participar, aunque sea de manera virtual, en este evento histórico que ya deja ver esa hermosa luz deportiva que iluminará al mundo desde París.