En ese gran amasijo de sonidos que escuchamos a través de la radio solo hay cuatro elementos. Aunque muchos todavía no lo crean o lo desconozcan, esa maravilla que se disfruta únicamente a través de los oídos, solo dispone de música, la palabra articulada, los efectos y el silencio.
Cuando esos resortes se fusionan dan forma a hermosos paisajes sonoros. Para lograrlo, en primer lugar, el artista se pertrecha de esos cimientos radiofónicos para hacer realidad su obra. El radialista los agrupa, combina, mezcla, superpone… para hacer efectivo un mensaje,semántica y estéticamente elaborado.
El Día Mundial de la Radio se celebra cada 13 de febrero, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para resaltar la importancia de un medio que celebra la humanidad en toda su diversidad, además de constituir una plataforma para el discurso democrático.
En Cuba, la radio tiene una rica historia que se extiende a lo largo de más de un siglo, siendo un componente crucial de la vida social, cultural y política del país.
La radio en la mayor de las Antillas floreció en los primeros años del siglo XX. Se considera oficialmente que el 22 de agosto de 1922 tuvo lugar la primera transmisión, desde la estación 2LC, propiedad del teniente mambí y músico camagüeyano Luis Casas Romero.
Este evento no solo fue significativo para Cuba,sino también para América Latina, estableciendo el archipiélago caribeño como uno de los pioneros en el ámbito de la radiodifusión en la región.
Fue una época dorada donde la innovación y el talento florecían, y la radio se convirtió en el corazón palpitante de la sociedad criolla.
Desde sus inicios, la radio cubana ha servido como un espejo social, reflejando sus luchas, aspiraciones y su rica diversidad cultural. A lo largo de los años, ha sido un medio para la educación, el entretenimiento y la información, jugando un papel fundamental en momentos históricos claves.
La programación de la radio cubana es variada, abarcando géneros que van desde la música y el arte hasta programas educativos, informativos, dramatizados, deportivos, históricos y otros que fluyen libremente por las ondas, conectando a los cubanos con el mundo y entre sí.
En más de cien años de historia son emblemáticos los programas radiales que se han convertido en íconos para los cubanos; espacios que han capturado la esencia misma de la vida, al tiempo que mantienen a los oyentesacompañados y entretenidos.
Sin embargo, los cubanos, hundidos en una inmensa y aletargada crisis económica, también ven lacerados sus deseos de escuchar las bondades de aquel invento que lideró el ingeniero eléctrico italiano Guillermo Marconi.
Los tradicionales equipos radiorreceptores son cada vez más escasos en las viviendas cubanas. Los existentes han visitado los talleres de reparación varias veces, mientras otros ya no dan para más. Los que se han comercializado en tiendas recaudadoras de divisas son de muy baja calidad.
La recepción de la señal vía teléfono móvil, al igual que el audio en vivo que posee un alto por ciento de las estaciones cubanas, son alternativas; no obstante pasan por otros resortes como la misma posesión de un celular o la conexión a internet. Ambos aspectos alejados de las posibilidades de no pocos antillanos.
No obstante a su siglo de historia, lo rumbos que ha tomado este medio cultural también tienenfustigadores y detractores, tanto dentro como fuera de la nación, debido a que tras el triunfo de la Revolución en 1959, el panorama de la radio cubana experimentó un cambio drástico.
Los censores de esas maniobras comunicacionales hablan de que la de hoy no es aquella radio que una vez fue celebrada por su diversidad y libertad. Ésta ha sido cooptada por el Estado, transformándola en una herramienta de propaganda gubernamental. Manifiestan que la pluralidad de voces y opiniones fue reemplazada por un discurso uniforme, donde la crítica y el debate independiente encontraron insuficienteespacio para respirar.
Este cambio no solo afectó la naturaleza de los programas sino también la esencia misma de la radio como medio de comunicación. La creatividad y la experimentación, que alguna vez definieron a la radio cubana, se vieron limitadas por las directrices políticas, afectando tanto a los creadores de contenido como a la audiencia.
A pesar de estas restricciones, la radio en Cuba continúa siendo una fuente vital de información y entretenimiento para muchos. Aún en un entorno controlado, los profesionales de la radio buscan maneras de conectar con su audiencia. La habilidad para adaptarse y encontrar pequeñas grietas de libertad creativa habla del espíritu indomable de los cubanos y de su amor por la radio.
Con el avance de la tecnología, la radio en Cuba ha evolucionado, adaptándose a las nuevas realidades. La introducción del medio en el campo digital y el internet ha expandido su alcance, permitiendo a los cubanos dentro y fuera de la isla acceder a su programación.
A pesar de los desafíos y los cambios en el panorama mediático, la radio sigue siendo un medio relevante y querido por muchos cubanos, ofreciendo una conexión tangible con su cultura e identidad.
La radio en Cuba, con su rica historia y su compleja evolución, nos debe enseñar la importancia de luchar por un espacio donde todas las voces puedan ser escuchadas, la creatividad no conozca barreras y la verdad no sea silenciada.
La presencia de las emisoras cubanas en Internet con audio real, sitios web institucionales, suinteracción en las redes sociales, así como el acceso a las nuevas tecnologías ha permitido la participación activa de un mayor número de personas y, en consecuencia, el aumento de la audiencia a nivel mundial.
En el Día Mundial de la Radio, celebramos el papel fundamental que este medio ha jugado en Cuba, no solo como una fuente de entretenimiento e información, sino como un pilar de la cultura y la sociedad, desde un medio que ha sido testigo y protagonista de toda la historia.
La radio continúa siendo un espectador vivo de la tradición de este país, adaptándose y evolucionando, pero siempre manteniendo su esencia y su conexión con el pueblo cubano.