Autor: EL Cope de CUBA.
Magalis acudió urgente al Departamento de Economía. Más de una compañero le avisó que se presentara allí. Al llegar no había nadie. Regresó y la carcajada explotó.
Gilberto, empedernido bebedor de café, se emocionó con el termo lleno del mágico néctar, aromático y humeante que le entregaron. Al servirlo no pudo degustar ni un sorbito. El líquido sí, era negrísimo, pero no era más que pura concentración de sal.
Iris se sonrojó cuando a casa llevaron un presente envuelto en papel de regalo donde se leía “Para mi hermana querida, en este día tan especial. Te quiero hoy más que nunca. Arelis”. Al abrir su obsequio, solo encontró una jaba llena de aserrín embadurnado con grasa de camión.
Los tres ejemplos anteriores son de las bromas más frecuentes en Cuba, cada veintiocho de diciembre con la llegada del Día de los Santos Inocentes. La tradición oral ha hecho que el agasajo aparezca a escasos días de despedir un año; aunque preocupa que los más jóvenes no estén tan identificados con la milenaria costumbre.
De mil maneras caemos, una y otra vez, sobre todo, minimizados por aquellos que ya fueron víctimas mañaneras de los que no dejan escapar la ocasión.Al amanecer, siempre hay quienes aguardan para entrampar al menos pensado. Se comienza por el hogar, después el barrio y hasta el centro laboral, el parque o la casa de un familiar.
El mejor efecto en los inocentes se logra en esas primeras horas de la mañana, cuando muy pocos están pendientes a la jornada. Se debe aprovechar al máximo y hacer de las suyas; porque a medida que la celebración se populariza, la broma no surte la sensación deseada ante la alerta multiplicada de boca en boca.
Un punto aparte merece ser prudentes con los inmolados. Se necesita cordura en busca de un final feliz en la acción del embaucamiento. Provoquemos risas y alegrías; y evitemos finales arruinados por bromas pasadas de peso y de color. No todos asimilan ser objetos de burla, aunque el ambiente sea positivo.
En el Día de los Santos Inocentes se puede ser víctima o victimario. Es un detalle a tener en cuenta desde los dos lados. Incluso, a lo largo del día se puede transitar por ambos personajes en diferentes escenarios: ahora se es cazador y más tarde presa.
Es oportuno saber que este Día no es bueno para tomarse las cosas muy en serio. Hablamos del intercambio con la gente que nos rodea. Nos cuentan los abuelos que la llegada de ese día alertaba a todos.
“Había que estar a cuatro ojos, porque el menos esperado caía redondito como un Santo Inocente”; así nos confiesan Benedicto y Reina, dos viejecitos que, de la misma manera que hicieron numerosas fechorías, también fueron blanco directo de otras tantas.
Lo cierto es que la jornada propone tomarle el pelo al que menos lo espere y luego… no hay nada más que atenerse a las consecuencias atenuadas con júbilo y festividad.
Wikipedia manifiesta que “El Día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio hagiográfico del cristianismo: la matanza de los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes I el Grande,con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret. En el rito romano de la Iglesia católica, la celebración tiene grado de fiesta y se encuentra incluida en el calendario romano general.”
Por su parte, EcuRed, la enciclopedia colaborativa cubana, refiere que “el Día de los inocentes se celebra el 28 de diciembre, y se trata de un día lleno de bromas en el que las personas hacen y reciben maldades e inocentadas de cualquier naturaleza e índole.”
Tanto en España como en toda Latinoamérica el Día se celebra cada veintiocho de diciembre. Por su parte, en los países anglosajones se festeja el primero de abril y se le conoce como el Día de las Bromas.
El año se nos acaba y, a fin de cuentas, la risa sigue siendo la sal de la vida; por lo que sería imperdonable dejar escapar esta fecha sin anotarnos un punto de distinción por el divertimento colectivo.
En días como este un poco de sentido del humor e inocencia siempre son muy bien recibidos para abonar los deseos de vivir y oxigenar el alma. Busque el buen matiz al momento. Involucre a todos los que les rodean e inyecte energía positiva en su círculo de amigos y familias.
No deje desaparecer la añeja práctica. Diga “Te cogí por inocente”, llene el alma de deseos y diviértase. Cuando el plazo haya concluido, habremos escuchado más de una historia sobre alguien que pasó a amplificar la fila de los que cayeron en la encerrona.
Solo nos queda decir que, siempre y cuando engrose la amistad, el buen humor y la hermandad, aquí aplaudimos la celebración. A fin de cuentas, es una de las tantas herencias de nuestros antepasados. Solo hay que fomentarla y permitir que la unidad familiar también se adorne con el regocijo de fin de año.
Todavía estamos a tiempo. Piénselo bien; a lo mejor le queda “algo” por hacer el Día de los Santos Inocentes. Mañana será otro día para sonreír a la vida.
En las redes encontramos estas 15 sugerentes ideas:
1.Bromas telefónicas: Es muy común llamar a alguien por teléfono y gastarle bromas como que han sido ganadores de un premio, que tiene que ir al juzgado por un delito u otras.
2.Cambio de hora: Consiste en el cambio de hora de todos los relojes de la casa. De este modo cualquiera que vaya a trabajar o mire el reloj se extrañe e incluso llegue más temprano o tarde al trabajo, al colegio o a una cita.
3.Caspa: Es muy típico utilizar sal y echarla por nuestra cabeza. Una vez echada le decimos a un amigo o familiar que nos pica la cabeza y no sabemos por qué. Cuando miran en la cabeza les parecerá espectacular la cantidad de caspa que tenemos, aunque en realidad es sal.
4.Periódicos: En los periódicos es muy común que ciertas noticias no sean verdaderas, sino más bien sean de broma. Hay mucha gente que llegan a creérselas y no se dan cuenta de que son una inocentada.
5.Televisión: Normalmente en este día en la televisión también las bromas están garantizadas. Muchos famosos son las víctimas y llegan a creerse lo que está pasando.
6.Moneda pegada: Pegar una moneda en el suelo con un pegamento bastante fuerte y quedarse no muy lejos de allí para ver cómo intentan cogerlo del suelo.
7.Billete atado: Enganchar a un hilo el billete, y tirar de él cuando la persona que se agache vaya a recogerlo. Se le puede dar un toque teatral y poner algunas hojas secas para que la víctima no vea el hilo.
8.Pasta de dientes en la cara: Es una broma realmente pesada. Poner pasta dental en el rostro a la víctima mientras duerme. Al levantarse le costará mucho quitársela. Cuidado: seguramente esta persona querrá devolver la inocentada. Hay que estar vigilantes los próximos días: la venganza llegará.
9.El bromista... sin bromas: Animar a la gente contándoles las bromas que les haremos el Día de los Santos Inocentes. Cuando llegue la fecha, no hacemos nada y observamos cómo durante el día, esperan nerviosos lo que nunca llegará.
10.No cambia de canal: ¿Estropear el televisor o el ordenador favorito de alguien sin causarle daños permanentes? Pegar un trocito de cinta adhesiva sobre el sensor láser de la parte inferior del mando a distancia o el ratón de la computadora para bloquear (temporalmente) la señal.
11.Dar un susto: Sencillo pero eficaz si nos escondemos bien. No hay nada mejor que ocultarse tras una puerta, debajo de la cama o de la mesa, tras un mueble o una esquina, apagar todas las luces de la casa... Cualquier rincón es útil si se alcanza el objetivo deseado.
12.Crema hidratante en la toalla: Una broma un tanto pesada. Las toallas son elementos de uso diario. Por eso, nadie sospechará que hemos echado crema en ellas cuando vayan a secarse las manos o la cara.
13.Jugar con un dolor falso: Desde fingir que tenemos un calambre, hasta comprar fideos pequeños y hacerlos tronar mientras alguien nos un masaje. Esto provocará un gran susto: pensarán que se trata de un hueso roto.
14.Pegar un papel en la espalda: Este es un clásico de clásicos. Quizás es la broma más común durante el Día de los Inocentes. Y aunque sea tan popular, es fácil que las personas caigan. Es una hoja con un mensaje hilarante y en un descuido pegarlo en la espalda de alguien. Todos reiremos.
15.¡Has roto mi celular!: Es una de las famosas bromas que se viralizan en redes sociales. Consiste en prestar el celular y luego descargar una aplicación que simula una pantalla rota. Hay opciones de configurarlo para que la pantalla se rompa “supuestamente” en el momento determinado.
